El corazón, los sentimientos... ¡la primavera!

No sé si es la primavera o soy yo, pero estoy en modo filósofo. Bueno, la verdad es que debo ser yo, para qué nos vamos a engañar, que llegan unos momentos de la vida en que una se pone a pensar en sus prioridades, en su vida, en LA VIDA... y se pone a dar vueltas a la cabeza. Y a mi cuando me da vueltas, también me sale la vena creativa.

El sábado cumplo 30 años y parece que los cambios de decena son algo impactantes y a una le entran las prisas por organizar su vida, aprender de los errores del pasado y ponerse a construir lo que quiere para el futuro a marchas forzadas, pero al final también se da una cuenta de que lo importante es seguir lo que hay en el corazón. Y en el corazón hay muchas cosas. 

Hay personas muy racionales que dicen que los flechazos no existen. Pero yo creo que afortunadamente hay mucha gente que los vive, que se agarra a ellos y que sabe confiar en sus ideas hasta conseguir lo que busca. Estoy convencida de que éstas personas son las que mueven el mundo. Las personas con pasión, que viven cada momento al 100% son las que lo consiguen. Pienso muchas veces en que ojalá esos objetivos siempre fueran buenos y honrados, el mundo sería estupendo...

Supongo que lo que falta para que el mundo sea perfecto (¡que ya es decir!) es el amor, pero AMOR con mayúsculas. Quizá es porque trato con muchas personas cada día, pero veo que la diferencia más importante entre todas ellas es el amor, en sus distintas versiones. Es amor la amabilidad con que tratas a los demás, el cariño con el que corriges a quien tienes al lado, el esmero con que trabajas cada día, las palabras desagradables que te callas porque sabes que si no vas a decir nada bueno es mejor no decir nada...

Creo que el corazón es inteligente y nos guía por el camino que más felices nos hace. Las personas que escuchan a su corazón son más felices, viven cada día con una ilusión especial y son capaces de iluminar montañas con su vida. Esa vida es la que yo quiero vivir y la que pienso buscar en cada momento.

Esto es lo que quiere decir mi ilustración tridimensional. 

La primera capa de la ilustración es una lámina de acetato con todos los detalles de un corazón humano, la segunda contiene las palabras, y la tercera es un fondo pintado con acuarela. 

¡Espero haberte sacado alguna sonrisa cómplice y juntos podamos iluminar montañas! ;)